El poema a analizar se titula “Viceversa”, escrito por Mario Benedetti, quien nació en Uruguay 14 de setiembre de 1920, y murió el 17 de mayo del 2009 también en Uruguay. Mario Benedetti fue un hombre que viajó mucho por ser exiliado continuamente de varios países. Justamente por esta razón vivió alejado durante bastantes años de su esposa, mujer a la que amó de por vida. Toda esta situación la plasma claramente en su composición “Viceversa”, en el que expresa abiertamente su condición vulnerable y su desconcierto ante tal realidad. Perteneció al Vanguardismo, exactamente a la Generación del 45. * Las primeras 3 estrofas son cuadrillas heptasílabas con rima consonante AAAA, mientras que en la última tanto la rima como la métrica se quiebran, volviéndose en métrica irregular y de verso libre.
El poema manifiesta el “desconcierto y la certeza” del yo poético sobre los sentimientos que el mismo experimenta hacia su ser amado, basándose en ello el poema entero; de esta manera presenta una antítesis entre situaciones positivas y negativas. Así resaltándose que el yo poético vive una viceversa.
Para un análisis más detallado del poema, se dividirá el mismo en 2 apartados; el primero conformado por 3 estrofas y el último, por la final. En el apartado número 1 es donde se hace más notoria la antítesis, pues el yo lírico da a conocer su realidad. “Tengo miedo de verte/ necesidad de verte/ esperanza de verte/ desazones de verte” (1-2-3-4), es de esta manera que el yo poético presenta las primera polaridad de sus sentimientos, y para resaltarla aun más, hace uso de una epífora. Así refleja cómo él en una sola acción halla tan variados sentimientos, como la necesidad de ver a su ser amado, la cual se obstaculiza por un miedo. Asímismo el yo lírico experimenta esperanza de ver a esa criatura, sensación que representa acción de esperar, una espera ansiosa por algo que uno quiere; pero entonces se contradice al expresar que a la vez tiene desazones de verla, lo cual manifiesta que él ya la ha visto, y que esa experiencia no fue buena. “Tengo ganas de hallarte/ preocupación de hallarte/ certidumbre de hallarte/ pobres dudas de hallarte” (5-6-7-8), el yo lírico vuelve hacer uso de una epífora con la misma intención que en los versos anteriores. Así, se refiere con “ganas” a un deseo, un anhelo por ver al ente amado; pero siguiendo la secuencia de este poema, se vuelve a contradecir al sentir a la vez preocupación, palabra que encierra en su significado intranquilidad, angustia, temor de algo. Luego el yo lírico alude a una certidumbre de hallar al ser, con lo que expone su seguridad de encontrarlo; mas nuevamente opone esta situación resaltando con una hipérbole su vacilación ante este hecho. “Tengo urgencia de oírte/ alegría de oírte/ buena suerte de oírte/ y temores de oírte” (9-10-11-12), con esta última estrofa del primer apartado el yo lírico revela su posición frente al hecho de oír a su ser amado, de nuevo con una epífora. Con “urgencia” el yo poético hace alegación a la falta de escuchar la voz de la criatura, pero con “alegría” da a entender que ya lo hizo. Además, el yo lírico expresa su satisfacción al oír a este ser, como si este acontecimiento (escucharlo) fuera algo poco común, como la buena suerte. Mas luego refuta esta idea al hacer alegación a “temores”, con lo que el yo poético se refiere a una sensación negativa, a algo dañino.
En el último apartado el yo lírico expresa su desconcierto ante toda esta situación, ante estas contradicciones de él mismo. Es por eso que en esta última estrofa no se presenta ni rima ni una métrica regular. “O sea/ resumiendo/ estoy jodido/ y radiante” (13-14-15-16), el yo poético hace uso de una diseminación y recolección, para así sintetizar toda su situación anterior en algo más concreto. Asimismo vuelve a usar una antítesis para reflejar con mayor claridad su confusión, declarando de esta manera que a pesar de ser tan vulnerable y de estar en una condición deplorable, se siente feliz y conforme con ese ser y de amarlo así como lo ama. “Quizá más lo primero/ que lo segundo/ y también/ viceversa.” (17-18-19-20), en estos últimos versos el yo lírico manifiesta su inseguridad ante la posibilidad de estar más “jodido” que “radiante” o al revés, destacando su aturdimiento ante su realidad y finalizando el poema con el título y la única palabra que encierra todo su estado: viceversa.
La composición manifiesta con gran notoriedad la vulnerabilidad que su autor sintió al vivir alejado tanto tiempo de su ser amado, pero a la vez su aceptación a esta condición, y su conformidad con amar a dicho ser, como si este último hecho compensara el primero. El poema genera asimismo una sensación de admiración, mas no de angustia, puesto que el yo lírico no apela al lector a meterse y formar parte del poema, lo mantiene aparte, distante a la realidad del mismo. Su finalidad es únicamente exteriorizar su sentir, como un desfogue, conformándose sólo con darlo a conocer.
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